miércoles, 27 de junio de 2007

Día de la mujer

Faltaba una semana para el 8 de marzo, Día de la Mujer.
En Cabildo hay un movimiento social muy grande, la cooperativa de trabajo, la huerta hidropónica, los talleres, las clases, trabajan intensamente para integrar a la mujer, capacitarle, brindarle apoyo moral y económico.
Esto hace que ellas estén integradas de diferentes maneras, y el sentir de lo femenino, de los derechos, de sus obligaciones como madres, de sus reales posibilidades de reinserción, aunque en grupos separados, lo sienten conjuntamente.

El 8 de marzo del 2005, en el marco de un nuevo gobierno, quedaría instalada la bancada femenina bicameral y con motivo de esto diversas agrupaciones femeninas de nuestro país participarían de lo que sería una verdadera fiesta en el Palacio Legislativo.

Las presas de Cabildo también querían participar de aquel gran evento, para esto decidieron elaborar un documento, uno que marcara un precedente en cuanto a la relación Presas-Estado.
Una tarde una representante de los tres grupos más diferenciados de Cabildo se hizo presente en la biblioteca a plantearme que sentían la necesidad de contar con mi colaboración para buscar información y redactarlo. A menos de tres días del 8 de marzo me vi en el compromiso y el orgullo de participar, de formar parte y de haber sido considerada en esta propuesta.

No había mucho tiempo por lo tanto nos limitamos a hacer una búsqueda en Internet, y así hecho encontramos un documento en España que nos pareció muy apropiado y que nos ayudó a elaborar el nuestro. Este fue efectivamente presentado aquel día de la mujer y ha servido como uno más de los insumos que acompañaron a un gran encuentro de autoridades, reclusas y prensa para la instauración de la primera cooperativa social de nuestro país, que nació en Cabildo mismo.

Aquel día nos invitaron formalmente a integrar dicha cooperativa, la argumentación fue que poseíamos saberes que eran necesarios y útiles para intercambiar como grupo de trabajo.

Hoy por hoy y tras aquella experiencia nos hemos relacionado de una forma más integral con las diferentes autoridades del Ministerio del Interior y la clase política y eso ha hecho que, como decía Phil Koons, comprendiéramos que los bibliotecarios de cárcel también deben adaptarse a las diferentes necesidades de los usuarios, sabiendo entretejer distintos elementos y acontecimientos, saber tratar oportunamente a los presos, las autoridades, los políticos, los empresarios.

La elaboración de aquel documento fue una experiencia con una carga de responsabilidad muy grande. El día después, se podría decir, ya era una más en el mapa de esta Institución, y aunque muchos hechos ya habían hecho entremezclarnos con las presas, hoy hay una sensación de “nosotras” incluyendo al personal de la ONG, los docentes, funcionarios, y la Dirección Nacional de Cárceles.
A veces no se trata de no equivocarse en un libro, conseguir la información puntual, o estar dispuestos a una buena o necesaria charla, a veces, las más, solo se trata del compromiso, de una creencia de que esto es posible.

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